martes, 23 de mayo de 2017

Evaluando la Evaluación

La evaluación es siempre necesaria para corregir y re-adaptar actuaciones que llevamos a cabo cumpliendo con unas normas más o menos estrictas y cuyo objetivo es siempre la mejora de unos resultados que, hipotéticamente, muestran la conveniencia o no de esas actuaciones.
Cierto que PISA es el resultado común de La evaluación de los diferentes sistemas educativos. 
¿Qué nos muestra el informe PISA a lo largo de los años? ¿Por qué, a pesar de los avances en pedagogía, metodologías centradas en el alumno: el trabajo colaborativo, el trabajo por proyectos, la clase invertida y un sinfín de novedosas actuaciones, el nivel del alumnado sigue decayendo con los años?
No se juzga el sistema educativo. No se hace una evaluación de las tendencias sociales. No se evalúan las exigencias que imponemos a nuestro alumnado. No se tiene en cuenta si estamos haciendo lo correcto en cuanto al desarrollo cognitivo de la población más joven. No nos paramos a pensar el por qué de tantos casos anómalos entre nuestros estudiantes como son los diagnósticos por TDAH. ¿Es posible que estemos creando generaciones de personas con trastornos físicos y psíquicos por no incentivar el juego, la actividad física y las relaciones sociales? Nuestros niños ya no se comportan como niños. Los hacemos pequeños adultos desde muy jóvenes, a los que sobre-protegemos e inculcamos un código de conducta que nada tiene que ver con sus necesidades. Obligamos a nuestros niños y niñas a soportar largas horas sentados para después llevarlos a más horas de clases complementarias, para después hacer deberes y trabajos y, como premio, se les concede el juego en el ordenador o la televisión. Protegidos, en el calor del hogar, bajo la mirada atenta de los progenitores o la persona canguro, lejos de los peligros del mundo exterior.
¿Tan difícil es entender que los resultados de las evaluaciones externas, tal como se plantean hoy en día, no nos indican el grado de desarrollo cognitivo de nuestro alumnado y de su capacidad de respuesta ante los simples planteamientos diarios o las adversidades? 
El juego compartido, no los cientos de juguetes en solitario, "la guerra de los botones", las canicas, el escondite o la comba e incluso el subirse a los árboles, a diario, hacían innecesario la intervención del psicólogo y los informes sobre trastornos derivados de la desaparición de las actividades propias de la edad.
Creo que nos estamos desviando sobremanera del comportamiento educativo y los resultados de sistemas de evaluación externos, como PISA, pueden estar mostrando realidades que no tienen nada que ver con los resultados académicos.

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