sábado, 15 de abril de 2017

La Autoevaluación






La autoevaluación puede no reflejar nuestra completa personalidad, además de que las habilidades pueden variar dependiendo de las circunstancias, entorno y personas a las que nos dirigimos.
La preocupación por los otros y la empatía puede influir negativamente cuando es en demasía, ya que asumimos los problemas ajenos como si fueran propios y puede llevarnos a la sobreprotección.
El problema de la escucha activa es interceptado, en ocasiones, por la evaluación demasiado rápida de las personas y los hechos.
Expresión clara y convincente por creer siempre en lo que se explica o defiende. Buen trabajo en equipo, aunque intento siempre que se crea en lo que propongo al resto, con asertividad y analizando las opiniones diversas.




 

Buena planificación de proyectos con una motivación entusiasta que intenta contagiarse a los demás mediante la comunicación sin reservas, ya sea de forma personal o por escrito.
Conocimiento profundo del centro, aunque sin buscar relaciones interesadas. La organización de recursos es algo cotidiano y se intenta la profesionalidad en todo momento. En momentos claves, la coordinación es esencial, aunque creo en la reflexión en solitario.
La gestión de los conflictos y la negociación, como medio de resolverlos, requiere de una planificación, asumiendo el riesgo del resultado. Debo asumir el enfrentamiento con problemas como medio para mejorar.

La evaluación es certera aunque no sistemática ni recogida convenientemente. Punto para mejorar, así como la gestión del tiempo, siendo errática a veces y ordenada en otras ocasiones. 

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